Salís a pasear. El viento no te toca, la luz del verano no incandila tus ojos y sentís estar caminando sobre un aire puro y fresco, sin humos ni olores. Tus manos están muy suaves, incluso más que aquel día ventoso de Julio en que salimos juntos a recorrer el barrio. Las mirás y no las reconocés. Igual, ¿qué importan? Mucho más raro es que no tengas sentidos ni sentimientos. Casi un ente, casi una brisa que nadie ve, casi vos.
viernes, 9 de mayo de 2008
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1 comentario:
NICE BLOG, MA'AM,
keep it real..
;)
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