La gente te mira, no la podés entender. Sus ojos furiosos: llenos de bronca urbana, humana, inhumana. Son bruscos y torpes. Cada parte de sus cuerpos es una piedra imposible de quebrar. Para vos el tiempo no pasa. Ellos exprimen cada segundo. Vos vivís casi como querés. Ellos no quieren. Sin embargo - siempre hay un "sin embargo"- de a poco te vas endureciendo y tus manos, ¡tus manos!... ya no son tan suaves como hace un instante. Ahora son casi manos.
lunes, 12 de mayo de 2008
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1 comentario:
la gente en la calle anda rabiosa, rabiosa. caminan embalados en sus mambos a la par que se chocan, se putean, se ignoran. igual no creo que sus miembros sean piedras... son piedras en el sentido de que son "perros que ladran pero no muerden"... es decir, parecen piedras, pero en realidad son plumitas ahogadas en presión que piden, disimulada y sutilmente, un auxilio.
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