domingo, 19 de octubre de 2008

Tilcara


El cerro de los siete colores, sin duda es hermoso. No puedo creer que hayamos hecho un pogo arriba de ese lugar jajaja. Cómo extraño las montañas y toda esa tranquilidad. El pueblito, la visión constante de una montaña que parece como recortada, las telas coloridas por todas partes, un cactus de ves en cuando (a veces millones), las casitas bajas y simples. También la serenidad de estar caminando sin preocupaciones por la mitad de la calle, las artesanías (si, sé que son por turismo y es un poco fuera de lugar, pero me encantan tengo que admitirlo jaja).
Pero bueno... Volvimos a la ciudad y de nuevo el ruido de los autos, los edificios que tapan el sol, ningun panorama de ninguna montaña, las veredas, etc etc. Me gustaría pasar un buen rato en el norte, pancheandola, sin problemas en la cabeza. No se puede. Hay que volver. Siempre hay que volver. Con este viaje se me cruzó un pensamiento de algún dia irme para siempre, pero sé que no va a pasar, porque en definitiva es mi lugar de origen, con los ruidos y el quilombo ese constante que te rompe las pelotas. Igual... nunca digas nunca.
Extraño Tilcara (L)

1 comentario:

locucho dijo...

Nunca digas nunca, es el sueño de muchos. Sin embargo, muchos lo han logrado. A fin de cuentas es la tan ansiada libertad.

Que linda sensación, supongo. Tilcara es algo que tengo pendiente, sin duda.