domingo, 19 de octubre de 2008

Veo veo, las palabras nunca son lo mejor para estar desnudos.
Ni ni la anaconda es como el buey, ya no hay más reyes de la selva.
Toda toda la ternura me darás, si te ofrezco ser carne de tu cuerpo.

No estoy atado a ningún sueño ya



Las habladurías del mundo
No pueden atraparnos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por qué no podés creerlo?
beso eug

locucho dijo...

Mientras oigo trinos voces oigo más. (!)